Algunas veces, cuando me encuentro vacío, cuando no acude la expresión, cuando, después de garrapatear largas páginas, me doy cuenta de que no he escrito ni una frase, entonces me dejo caer en mi lecho y me quedo allí tendido, absorto, caído en un abismo de desesperación interna. Gustave Flaubert a Luise Colect (24 abril 1852).
viernes, abril 02, 2010
Relación para un amanecer llamado amor
En la galaxia espiral de Andrómeda existe
un florido planeta donde los ríos no ahogan el mar
Donde fuego y hielo queman las contradicciones
Donde no hay necesidad de regreso
Donde 0 x 0 es más que el infinito
Donde los puntos cardinales son más de 100 millones
Norte y Lia Sur y Símbolo Espliego y Araceli
Miguel y Adriana Orfeo y Atabal Cedro y Valquiria
Misterio y Prodigio Neón y Asfalto Rosa Ercilia y Dionisius
Antonio y Elena mis pobres padres mis pobres Virreyes de Indias
Mi viaje a Europa Este y Adelfa Oeste y Clavicordio
Donde todos viven en éxtasis
Donde nada ni nadie es vil
Donde el sol es anillo y ritual de bodas
Donde somos ráfagas de luz y nos desplazamos en silbos
Un planeta limpio y pulido
Donde los enamorados viven en palacios flotantes
Donde Dios tiene un puesto de revista mal atendido y mata el tiempo hablando del pasado
con Buda y Mahoma y el Vendedor de verduras de la esquina
y la gente ya los conoce y la gente cuando pasa dice
"esos cuatro vagos son panita burda"
Donde el hijo de Dios y los ángeles del desenfado
beben el aire de las avenidas sobre sus motos trepidantes
Donde no hay academias militares ni policías ni cárceles ni monedas
Donde somos sabios
Donde somos buenos
Donde los últimos insidiosos
escaparon por un túnel y cayeron al vacío
Astro paradisíaco amado y defendido
por francotiradores y poetas
Donde la muerte está de capa caída
Donde los hombres son gentiles
Donde las mujeres son ramos de jacintos
de labios y de ojos cambiantes de colores
Un astro moderato cantabile
Donde la noche es vino y alegría hasta el amanecer
Su capital es una ciudad resplandeciente llamada Estefanía
Donde tú tienes señorío
Donde eres reina
Ese planeta es mi corazón errante.
Del poemario “Amanecí de bala” (1971)
Al enterarme de que el Celarg no abrió el concurso internacional de poesía Víctor Valera Mora (“El chino”), sentí una devastadora tristeza y me entraron una irrefrenables ganas de leer y leer y leer su poema “Relación para un amor llamado amanecer”.
Caramba, cuál será el maní que nos tiene obstruido el entendimiento. Yo, a título de militante del ñangarismo, dejo saber mi más repudiable rechazo a esta desaparición.
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